Por Francisco Javier Castillo Fermín
Muchas veces conocemos en nuestra familia o amigos cercanos, o bien, escuchado que alguna persona sufre de un problema de adicción al alcohol o a alguna de las diversas sustancias ilegales. Cuando nos encontramos cercanos a un problema de esta naturaleza llegamos a cuestionarnos acerca de las posibles causas de su adicción, inclusive nos atrevemos a juzgar su comportamiento; sin embargo, poco sabemos acerca de lo que esa persona necesita para logar su rehabilitación y por consiguiente, recuperarse en su problema. Podemos llegar a pensar que dicha persona requiere del apoyo de sus padres, un psicólogo o consejero que le oriente, acudir a un centro de rehabilitación o bien acercarse a Dios para que pueda ser capaz de tener la fuerza de voluntad suficiente para superar lo que le ocurre. Sin embargo, es importante aclarar que dependiendo de muchos factores asociados principalmente al nivel de consumo, depende si es necesario recurrir a un centro de rehabilitación ya que en circunstancias específicas, las alternativas ambulatorias o tratamientos externos no serán suficientes.
Signos que nos indican que una persona requiere un tratamiento residencial:
¨ Cuando la persona es incapaz de funcionar en sus diferentes contextos, es decir, llega a perder su trabajo o tener serias dificultades significativas a nivel social y familiar.
¨ Cuando la persona con una adicción representa un riesgo para sí mismo o para los demás, debido a que comienza a intentar atentar contra su vida o contra la de otros.
¨ Cuando presenta trastorno dual, es decir, presenta alucinaciones y otros síntomas psicóticos.
¨ Cuando ya se intentaron otros tratamientos ambulatorios sin lograr ningún resultado exitoso.
Comunidad terapéutica:
conciencia, ciencia y experiencia.
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