domingo, 29 de mayo de 2016

La importancia del padre en la prevención de las adicciones.

Por: Lic. María de Lourdes Hurtado Vázquez 


En mi experiencia de colaboración con Kerigma, trabajando con jóvenes adictos a sustancias en proceso de recuperación; me he dado cuenta de lo importante que es tener una familia integrada, pues la mayoría de los casos que he visto de jóvenes con adicción a sustancias, he observado que su padre tenía poco contacto con el joven, sea por trabajo excesivo o bien, era en absoluto una figura ausente en sus vidas, algunos otros contaban con un lazo parental sustitutivo, que era desempeñado por la nueva pareja de su madre, o bien, ésta última era madre soltera; en los peores casos el padre estaba presente pero también era adicto al alcohol u otras sustancias, vivía con el joven pero éste era completamente invisible ante sus ojos, siendo un padre emocionalmente distante del joven, por creer que su educación y apoyo es responsabilidad en absoluto de la madre, como erróneamente se ha fomentado en muchas familias con ideologías sexistas, muy características de nuestra cultura latinoamericana.

En este mismo sentido, creo que la relación del joven con su padre es muy importante para el desarrollo normal de ese hijo, estando al pendiente de su desempeño en la escuela, conociendo sus amistades e involucrándose activamente en sus intereses. En este respecto puedo asegurar, que es de suma importancia que los hijos se sientan amados y tomados en cuenta, que perciban que tanto su padre como su madre se interesan en sus actividades; para ello no es estrictamente indispensable que vivan juntos o que sigan siendo una pareja, mientras comprenden y sean plenamente conscientes de sus responsabilidades y de la importancia de su presencia en el sano desarrollo de ese hijo(a).

Ello también lo señalo, ya que algunas veces los padres priorizan tanto el trabajo que no se dan la oportunidad de pasar tiempo de calidad con sus hijos, de realmente esforzarse y entablar una conversación con ellos; ya que es muy importante que los hijos sientan que le interesan a su padre, con ello no digo que no sea así; sin embargo, cuantas veces los adultos nos enfocamos en las cosas materiales y trabajar para brindar lo que creemos “les hace falta” y aún peor, nos atrevemos a decir “yo trabajo todo el día para que no les falta nada”, yo te pregunto ¿le dedicas tiempo?, ¿lo escuchas?, ¿juegas con él?, ¿se divierten juntos?; si tu respuesta es “no” o “muy poco porque el trabajo no me da tiempo”, entonces quiero decirte que ese hijo le faltan muchas cosas, principalmente algo muy importante: 

LA PRESENCIA DE SU PADRE EN CADA MOMENTO DE SU VIDA.

Porque les puedo asegurar, queridos lectores, que el día de mañana ese joven no va a recordar cuanto gano su padre en su trabajo, ni cuantas horas trabajó cada día, ni cuantas cosas le compró; el día que su padre no esté más, ese joven aprisionará en su corazón los recuerdos del tiempo juntos, los juegos, las charlas, las películas juntos, los partidos de fútbol; pero si a ti como padre todo ello no te parece importante el día de hoy, prepárate para el día de mañana, ser olvidado por tu hijo.

Todo ello se acentúa aún más cuando la madre de ese joven también trabaja, ya que en muchos casos se encuentra sujeta a horarios muy extensos viéndose obligada a dejar a esos hijos bajo el cuidado de sus abuelos u otro familiar, generando en esos chicos sentimientos de abandono y soledad profundos, que en muchos casos pueden llevar al joven a buscar un escape de dichos sentimientos, en la adicción a sustancias.

Con ello no quiero decir que no comprenda la situación económica tan difícil que vivimos hoy en día, pues sé que el trabajo es muy importante y que muchas veces el ingreso de un solo cónyuge ya no es suficiente; pero no debemos olvidar hacer un esfuerzo por dar tiempo de calidad a nuestros hijos.

¡¡¡No cometamos el error de creer que nuestros hijos necesitan cosas materiales, más de lo que nos necesitan a nosotros en sus vidas!!!


Comunidad terapéutica:

conciencia, ciencia y experiencia, al servicio de la recuperación,

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